Hoy en día, contratar a una mujer con discapacidad o, en general, a una persona con discapacidad se ha convertido en más que una obligación legal, en un deber con el que toda empresa es necesario que se comprometa.
Como ya tratamos en otro post (ventajas de contratar a una persona con discapacidad) las personas con discapacidad son igualmente válidas para desempeñar las mismas labores que las personas sin discapacidad. Sin embargo, los datos de población activa entre este grupo siguen siendo inferiores, hecho que ocurre de igual forma entre las mujeres con discapacidad.
Datos de contratación para las mujeres con discapacidad
Según los datos recogidos por Odismet sobre población activa entre las personas con discapacidad, las mujeres con discapacidad representan el 43,5% frente al 50,5% de mujeres en edad activa sin discapacidad. Este dato varía exponencialmente en el rango de entre 45-64 años, que figura un 44,3% entre las mujeres con discapacidad frente a un 73,8% entre las mujeres sin discapacidad.
Respecto a las contrataciones de mujeres con discapacidad varía tanto por edad, como a nivel general y formativo y por temporalidad.
En 2020, la contratación de mujeres con discapacidad representó un 38,4%, cifra lejana respecto de sus homólogas sin discapacidad (43% del total). Por edad, las cifras entre jóvenes con y sin discapacidad aún distan mucho más (siendo un 5% y un 18% respectivamente). En cuanto a nivel formativo, la contratación de personas con discapacidad con niveles superiores de estudio representa un 8,4% de mujeres y un 3,5% de hombres con discapacidad frente al respectivo 14,1% y 6,5% de personas sin discapacidad. Por último, respecto a la temporalidad, el 90% del total de contrataciones son de carácter temporal sin que haya grandes diferencias entre géneros o entre población con o sin discapacidad.
En cuanto al número de contratos celebrados a mujeres con discapacidad ha ido incrementándose desde el año 2009 con una tendencia alcista, prácticamente todos los años, hasta la llegada de la pandemia en 2020. De estos contratos, el salario medio de una mujer con discapacidad es de 3002,90 € menor que al percibido por los varones con discapacidad, al igual que un 13,3% menos que las mujeres sin discapacidad.
En definitiva, la inserción en el mercado laboral de las mujeres con discapacidad, aunque continúa creciendo, sigue siendo inferior respecto al de mujeres sin discapacidad. Desde Inserta Empleo, siempre fomentaremos la contratación de mujeres con discapacidad. En cualquier caso, si tienes alguna duda, nosotros te las resolvemos aquí.