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Talk to it, una empresa cuya plantilla, incluida sus creadores, tienen discapacidad

01/07/2024 · editor

Adrián y Andrea son un matrimonio con discapacidad costarricense que quería demostrar que los sueños no entienden de límites, se sortean, se consiguen. Lo que se propusieron, hace ya doce años, fue ofrecer oportunidades laborales a personas que, como ellos, tuvieran una discapacidad visual.

Decidieron invertir los términos: «La sociedad está acostumbrada a que las personas con discapacidad sean quienes necesiten ayuda y nosotros, desde Talk to it, hacemos lo contrario, prestamos apoyo», señala Adrián Mena en una entrevista a Servimedia en el marco del proyecto Por Talento Latinoamérica para la fomento del empleo de las personas con discapacidad. Junto a su esposa, Andrea Valerio, es el fundador de esta empresa que profesionaliza el nivel de inglés con hablantes nativos, tanto a particulares como a empresas.

La empresa, completamente virtual, emplea a doce profesores con discapacidad visual de todo el mundo. Otra manera de hacerse empresario. Otra fórmula empresarial diferente, más inclusiva, sostenible, solidaria, que demuestra, una vez más, que los beneficios no son incompatibles con una plantilla formada por personas con discapacidad.  

"NO HAY ESPACIO PARA NOSOTROS"

El proyecto de Talk to it surge de «la necesidad de crear una solución para darle empleo a personas con discapacidad que tienen mucho talento y no se aprovecha», explica Andrea. Este se debe a prejuicios empresariales y cierta estigmatización que sigue arrastrando el colectivo. 

No fue fácil. Adrián y Andrea han tenido que superar muchas barreras, hacer valer su trabajo y demostrar como nadie sus habilidades y profesionalidad. Pero consiguieron hacerse un hueco en el mercado. No sólo en Costa Rica, también en el ámbito internacional.

«Nos buscan pensando que las sesiones no tenían coste, porque se asocia la discapacidad con lo gratis». Pero Adrián y Andrea, como tantos otros empresarios, han demostrado lo productiva que puede ser una persona con discapacidad a la que se le ofrece una oportunidad. Basta comprobar que cada vez tienen más clientes.

Para Adrián Mena, el elemento diferenciador de su empresa no es tanto que los fundadores y empleados tengan una discapacidad, sino que ofrecen «un servicio de calidad que rompe con el estereotipo respecto a las personas con discapacidad». Algo que, a corto y medio plazo, también genera cambios en la manera de pensar.

Adrián y AndreaIMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN

Andrea Valerio, el otro sostén de Talk to it, destaca la importancia de que las personas con discapacidad se formen, reciban una educación y ganen independencia para poder acceder a un empleo. La falta de formación, a su juicio, es una de las principales barreas para acceder al empleo. 

«Si tienes un proyecto y quieres cambiar el mundo, quieres salir adelante, tienes que hacerlo tú, no va a ser nada fácil, pero nadie lo va a hacer por ti, no te puedes quedar esperando», explica Mena.

AUTORREALIZACIÓN Y AUTOESTIMA DESDE EL EMPLEO

El éxito y la profesionalidad de Talk to it demuestran que «las personas con discapacidad son capaces de crear empresas y contribuir a la sociedad». Por eso, reclaman que desde Hacienda y las Administraciones Públicas piensen y trabajen “en un sistema que sea inclusivo».

A su juicio, un trabajo es la vía de la independencia más eficaz para las personas con discapacidad, que además apuntala su autoestima.

Para Andrián y Andrea es fácil ponerse en la piel de un trabajador con discapacidad, por lo que entienden y conocen las necesidades y dificultades que puedan tener en materia de accesibilidad o adaptación al trabajo. Aseguran que, gracias a la tecnología y al formato de su empresa y modelo de negocio, las limitaciones son muy pocas y suelen ser fácilmente superables con pequeños ajustes razonables y no impiden que sus niveles de productividad y profesionalidad sean elevados.

«Queremos demostrar que las personas con discapacidad son ‘cool’, profesionales, puntuales, que reúnen muchas cualidades que se están desaprovechando», apostilla Mena.