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¿Minusválido, discapacidad o diversidad funcional? ¡No falles!

11/01/2022 · editor

Cada vez con menos frecuencia, pero siguen asaltándonos las dudas: ¿se dice minusválido, tullido, incapacitado? ¿Uno tiene discapacidad o diversidad funcional? Impedido, mutilado, inhabilitado, cojo, invidente, inválido… ¿Cuál de ellos es el correcto? Qué de términos peyorativos para restar valía, mérito e incluso dignidad a personas con nuestros mismos derechos y fuente de riqueza.

¿Cómo se dice minusválido o persona con discapacidad?


Digámoslo rápido: nada de minusválido ni minusvalía. Se podría pensar que son términos intercambiables, minusvalía y discapacidad, pero no es así en absoluto. Minusvalía etimológicamente significa «menor valor», y seguro que ya estás pensando al leer esto que eso no es así. Porque no es así. Una cosa es que una persona tenga dificultades para moverse, para comprender determinados textos o conversaciones, para relaciones con otros, para ver, y otro muy distinta, es que este tipo de personas valgan menos que el resto. Primera lección: nunca uses la palabra minusvalía. Mucho menos minusválido, sino persona con discapacidad.


Este término (minusválido) proviene de una época en la que se consideraba que las personas con discapacidad no tenían los mismos derechos que el resto de ciudadanos, y se aplicaba con ellas una política asistencial, de limosna, de caridad. Pero, por fortuna, poco a poco las personas con discapacidad fueron organizándose como parte de la sociedad civil hasta conformar uno de los colectivos en riesgo de exclusión más dinámicos de todos.


No solo sucede en nuestro país. Discapacidad y persona con discapacidad son las denominaciones aceptadas internacionalmente. De hecho, el 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, instituido por las Naciones Unidas en 1992.


Asumiendo esta nueva terminología, la discapacidad es contemplada desde un enfoque de derechos humanos y no desde la medicalización de la misma. Más allá de la medicación que ha de tomar (o no, piensa en un ciego, no requiere medicación alguna), la discapacidad se advierte como una característica humana que ha de enfrentarse a numerosas barreras (arquitectónicas, de la comunicación, etc.) que impiden o dificultad una plena participación social.


En España, «persona con discapacidad» es el uso obligado en los textos normativos desde el 1 de enero de 2007, sustituyendo a minusválido y persona con minusvalía, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió abandonar en 2001. Por fortuna, queda lejísimos (no tanto en el tiempo como en la concepción de la vida) términos como subnormalidad y subnormal (que aún se usaban en la década de los ochenta).
El término minusválido está en retroceso (391.000 resultados al teclear la palabra en Google) frente a discapacitado (6.660.000 resultados).

¿Discapacidad o diversidad funcional?


Pero no hay que pasarse de moderno. Es posible que hayas escuchado en algún momento el término «diversidad funcional», y que pienses que es la superación del concepto discapacidad. No. ¿Qué quiere decir «diversidad funcional»? ¿Acaso cada uno de los seres humanos no tenemos diversidad funcional? Recuerda que el vocablo legal es discapacidad y persona con discapacidad. Para qué liarnos.


Pero no solo lo indican los textos legales. El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad, Cermi, es la plataforma que agrupa a las distintas asociaciones que trabajan para mejorar la vida de las personas con discapacidad. El Cermi también aboga por el uso de discapacidad y persona con discapacidad en vez de «diversidad funcional». Una de las razones para rechazar la expresión «diversidad funcional» es que «la inmensa mayoría de las personas con discapacidad y de su movimiento social no se siente identificada con un léxico sin legitimidad ni respaldo social amplio». Añaden que resulta confuso e incluso en ocasiones pretende ocultar la realidad a la que alude.

No puedes fallar: ¡Discapacidad! ¡Persona con discapacidad!

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