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Lenguaje inclusivo con la discapacidad ¿Sabes usarlo?

04/04/2022 · editor

En otro post anterior os hablamos del lenguaje más adecuado para hablar sobre la discapacidad, hicimos la distinción entre enfermedad y discapacidad y qué términos hay que evitar a toda costa. En este artículo, entraremos en detalle, en función de la discapacidad que tratemos, a propósito de las expresiones y palabras más correctas.  

Recuerda que hay distintos tipos de discapacidad sensorial que afecta a la vista, al oído, al gusto o al tacto, (aunque estas dos últimas tienen una prevalencia más baja) y de discapacidad física e intelectual

Cómo nombrar la discapacidad visual

En España, según datos del Instituto Nacional de Estadística, 979.200 personas presentan algún tipo de discapacidad visual, de las cuales 58.300 son ciegas y 920.900 tienen baja visión. Las enfermedades oculares crónicas son la principal causa mundial de pérdida de visión.  

Para referirnos al casi millón de personas con discapacidad visual en España tendremos en cuenta:  

  • No usaremos el término invidente, primaremos el uso del término persona ciega o personas con discapacidad visual. 

  • Persona «sordociega» y «sordoceguera» forman una única palabra, no dos. 

¿Cómo se les llama a las personas con discapacidad auditiva?

En tanto a la discapacidad que afecta al oído, te interesará saber que en el mundo hay 360 millones de personas con distintos grados de discapacidad auditiva o sordera, es decir, el 5% de la población mundial. De ellas, 32 millones son niños. 

Según el INE, en España hay algo más de un millón de personas con sordera o discapacidad auditiva. El ruido es una importante causa evitable de pérdida auditiva. Casi una de cada tres personas mayores de 65 años padece pérdida de audición. 

Importante: no todas las personas con discapacidad auditiva son usuarias de la lengua de signos, ni todas utilizan apoyos para la comunicación oral. Como recomendaciones: 

  • Se hablará de personas sordas, nunca de sordomudos

  • Las personas con discapacidad auditiva pueden utilizar audífonos o implantes cocleares (un sistema de alta tecnología que transforma las señales acústicas en eléctricas para estimular el nervio auditivo). Evitemos el término sonotone.  

  • No existe una única lengua de signos para toda la comunidad de usuarios. Las lenguas de signos, han evolucionado a lo largo de la historia como lo han podido hacer las lenguas orales. En España, la lengua de signos española (LSE) y la lengua de signos catalana (LSC) están reconocidas oficialmente, aunque existen distintas variedades dialectales (gallego, vasco, valenciano, canario y andaluz oriental).

  • ¿Lenguaje de signos o lengua de signos? El término correcto es lengua de signos, ya que son los idiomas propios de las personas sordas con su propia historia, gramática y estructura. 

  • Las personas sordas no utilizan traductor, sino intérprete de lengua de signos. 

Lenguaje inclusivo para referirnos a personas con discapacidad física

Respecto de la discapacidad física, la más común de todas, desde una cojera a una hemiplejía, engloba el daño cerebral, los daños en la médula (como la esclerosis múltiple) y daños en la musculatura (como distrofia). Lo que has de tener en cuenta: 

  • Una persona con discapacidad física no siempre es usuaria de una silla de ruedas. Tampoco requiere siempre de una ayuda externa, como unas muletas. Hay personas con movilidad reducida que se manejan sin necesidad de ellas.  

  • Destierra de tu vocabulario la palabra enano, y emplea personas con acondroplasia o personas de talla baja

Cómo hablar de discapacidad psíquica

Por último, en lo referido a la enfermedad mental, recuerda que más de 450 millones de personas en el mundo se ven afectadas por una, que menos del 25% de los afectados por una enfermedad mental es diagnosticado y que, en España, el 9% de la población padece algún tipo de trastorno mental. 

El empleo es uno de los principales ámbitos de estigmatización de este colectivo: solo el 5% de las personas con enfermedad mental tiene un empleo regular, y el 44% asegura haber sufrido algún tipo de discriminación laboral. 

Es importante tener presente que la enfermedad mental es una condición que no tiene por qué hacerse presente durante todo el trayecto vital de una persona.  

  • Conviene no hablar de ingresos psiquiátricos sino de ingresos hospitalarios y evitaremos palabras como manicomio, psiquiátrico, encierro, reclusión, etc. 

  • Asimismo, desterraremos términos como brote, utilizando otro más inocuos como descompensación

En conclusión, cada persona tiene el derecho de reclamar para sí la palabra exacta que lo define. Por eso, hay que ser delicado y cuidadoso con nuestro lenguaje. Recuerda que cualquier duda que tengas al respecto, basta con que nos escribas aquí para que te ayudemos.. 

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