El empleo con apoyo es una de las modalidades que facilitan la inclusión laboral de determinadas personas con discapacidad, que requieren ayudas adicionales para desempeñar las tareas para las que están cualificadas. El empleo con apoyo mejora, pues, su empleabilidad, con lo que, si cualquier empresa se acoge a ella, también estaría cumpliendo con los deberes que impone la ley de contratación de un mínimo de personas con discapacidad en nuestras plantillas.
¿Qué es exactamente el empleo con apoyo?
Es aquel empleo, dentro de empresas normalizadas, que se vale de un conjunto ayudas suplementarias (de orientación y acompañamiento individualizado en el puesto de trabajo), prestadas por preparadores laborales especializados, y que facilitan la inclusión socio laboral de trabajadores con discapacidad con especiales dificultades de inserción. Esta atención individualizada la garantizan los preparadores laborales especializados.
¿Qué tipo de trabajadores con discapacidad requieren empleo con apoyo?
Hablamos de personas con discapacidad inscritas en los Servicios Públicos de Empleo como demandantes de empleo no ocupados, así como trabajadores con discapacidad contratados por centros especiales de empleo (empresas cuyo 70% o más de la plantilla lo componen personas con discapacidad), en los que concurra alguno de los siguientes supuestos:
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Personas con parálisis cerebral, enfermedad mental o discapacidad intelectual con un grado de minusvalía reconocido igual o superior al 33%.
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Personas con discapacidad física o sensorial con un grado de minusvalía reconocido igual o superior al 65%.
Estos trabajadores deberán ser contratados mediante un contrato indefinido o de duración determinada, como mínimo de 6 meses.
Las empresas que se acojan a esta modalidad de inclusión laboral podrán percibir los beneficios establecidos en la normativa vigente sobre contratación de trabajadores con discapacidad (subvenciones, bonificación de la cuota de la Seguridad Social, ayudas para la accesibilidad y adaptación del puesto de trabajo, etc.). Desde Inserta Empleo, podemos asesorarte de todas las ayudas y bonificaciones fiscales, solo tienes que escribirnos aquí
En España, el empleo con apoyo comienza a practicarse en 1989, con el proyecto AURA, considerado la primera experiencia de empleo con apoyo, destinada a personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, y que impulsó la empleabilidad de personas con síndrome de Down en empresas ordinarias. Poco después, en 1993, se funda la Asociación Española de Empleo con Apoyo (AESE).
El 58% de los servicios de empleo con apoyo es anterior a 2005, y los prestan, por lo general, preparadores laborales especializados pertenecientes a entidades imbricadas en el movimiento asociativo de personas con discapacidad, por lo que hablamos de organizaciones consolidadas, dependientes de la financiación pública, con larga y variada experiencia y, en su gran mayoría, integradas en redes de colaboración mutua.
La mayor parte de las entidades que prestan servicios de empleo con apoyo se dirigen a personas con discapacidad intelectual (alrededor de un 75%), aunque también hay quienes atienden a personas con trastornos del espectro autista (19%), discapacidad múltiple o enfermedad mental.
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