El 37,7% de los jóvenes con discapacidad de entre 16 y 29 años vivía en 2020 en situación de riesgo de pobreza o exclusión social, siete puntos porcentuales por encima que los jóvenes sin discapacidad y 1,3 puntos por encima del dato 2019, según los datos recogidos en la «Encuesta de Condiciones de Vida» 2020 del Instituto Nacional de Estadística.  

¿Cuáles son los datos de formación de los jóvenes con discapacidad? 

Con este dato, nos hacemos una idea certera de que el empleo, no es algo que mejore únicamente la vida de los adultos, que los permita, además, desarrollarse en el plano personal, sino que el empleo para los jóvenes con discapacidad es vital.  

El 32% de los jóvenes con discapacidad no supera los estudios primarios, unas 32.000 personas. Su nivel formativo es inferior comparado con las personas de 16 a 24 años sin discapacidad, ya que mientras entre estos últimos apenas se registra analfabetismo, en el colectivo representan más del 10,7%. Lo mismo ocurre en el extremo opuesto, un 3,8% de jóvenes con discapacidad tienen estudios superiores, siendo el nivel de sus homólogos sin discapacidad del 13,3%. 

¿Por qué contratar a jóvenes con discapacidad? 

Desde tu empresa, puedes contribuir a cambiar las cosas. A enderezar esta realidad con la que conviven los jóvenes con discapacidad. Te preguntarás ¿por qué contratar a jóvenes con discapacidad?  

Para empezar, que la propia discapacidad no te ciegue. La discapacidad no entorpece la profesionalidad de estos jóvenes. No estás haciendo un favor a nadie, vas a recibir exactamente el talento que necesitas. Cada uno de estos muchachos está formado para aquel trabajo al que aspira. 

Los jóvenes con discapacidad representan un inmenso potencial de talento no sólo para mejorar la calidad y potencialidad de nuestra empresa, sino para la economía nacional en su conjunto. Su contribución depende de que reduzcamos las brechas que existen entre su formación y el acceso al empleo. 

Habría que pensar en si nuestro entorno laboral es inclusivo, si contamos con barreras arquitectónicos, por ejemplo. Facilitemos la movilidad a los jóvenes con discapacidad que desean trabajar con nosotros. Un espacio accesible es más cómodo para todos, no sólo para ellos. 

También es importante tener en cuenta el teletrabajo como otra herramienta para facilitar el acceso al empleo para los jóvenes con discapacidad. Les permite que tengan una mayor flexibilidad y comodidad, ya que, se eliminan algunas dificultades de desplazamiento que pueden encontrar derivadas de su discapacidad. Si te surgen dudas, nosotros podemos ayudarte con ello, sólo tienes que escribirnos pinchando aquí 

¿Qué puede hacer el departamento de Recursos Humanos?  

Si nuestro departamento de recursos humanos lo permite, sería estupendo poder formar a uno de sus miembros en esta materia, en diversidad, que pueda intermediar entre la propia empresa y los candidatos, de manera que no se desaproveche el talento que se está poniendo en juego. Si nuestra plantilla de recursos humanos es más modesta, basta con tener una formación, para que sepamos algunas cuestiones básicas a propósito de los procesos de selección inclusivos.  

Quizás se trate de ir incorporando a nuestras prácticas empresariales pequeñas modificaciones que permitan resultados distintos a los obtenidos hasta ahora y con mayor diversidad. Por ejemplo, flexibilizar los procesos de selección, tratar de pensar siempre en la inclusión de personas con discapacidad, de manera que no las descartemos en primer lugar, y que incluso sean un valor que cuente.  

En otro orden, uno de los problemas añadidos con los que se encuentran los jóvenes con discapacidad es que no saben por dónde empezar a buscar empleo. ¿Y si tú los buscas? Al fin y al cabo, necesitas cubrir un puesto de trabajo. Déjalo en nuestras manos, buscamos el perfil más adecuado y te acompañamos durante todo el proceso de búsqueda. 

Desde Fundación ONCE; a través de Inserta Empleo, damos constancia del alto porcentaje de éxito en la incorporación de jóvenes con discapacidad en las distintas empresas con las que trabajamos, que la rotación y el absentismo son solo unos prejuicios que en nada entroncan con la realidad laboral de los jóvenes de discapacidad al desempeñar su empleo. 

Cada uno de ellos quiere hacerlo, quiere trabajar, dar lo mejor de sí. ¿Lo vas a dejar pasar? 

Si quieres obtener más información, sólo tienes que escribirnos aquí.