Las empresas en las que la diversidad e inclusión priman en su plantilla obtienen importantes beneficios, no solo en cuanto a la repución, sino también en el terreno económico. Por ello, la Fundación Randstad ha querido destacar las principales ventajas de la inclusión laboral a corto y largo plazo.
Tal y como recoge el informe ‘Políticas y prácticas en diversidad e inclusión’, elaborado por Fundación Randstad y el Instituto de Innovación Social de Esade, el 77% de los trabajadores considera clave los valores y el propósito de la empresa a la hora de decantarse por una u otra organización. De hecho, el 44% asegura que no trabajaría en una empresa que no estimulase la diversidad y equidad.
Impulsar la diversidad y abordarla de forma integral hace que los trabajadores estén más motivados, lo que aumenta el compromiso y fidelización con la empresa y reduce la rotación de personal.
En cuanto al factor económico, este estilo de liderazgo atrae inversores mediante políticas sociales, diversifica las competencias, mejora la productividad, potencia la cultura de la colaboración y mejora la reputación corporativa. Tal y como apunta este informe, las empresas que contratan a personas con discapacidad obtienen un 28% más de beneficios.
Asimismo, existen numerosos estudios que aseguran que contar con una plantilla diversa permite una mayor innovación y se adapta mejor a los cambios.
Por último, la legislación actual contempla beneficios fiscales para las empresas que contraten a personas con discapacidad superior o igual al 33%, de manera que recibirán una subvención de 3.907 euros por contrato indefinido suscrito. Pero, además, existe una bonificación en la cuota que las empresas abonan a la Seguridad Social, cuyo valor dependerá de factores como la edad o el grado de discapacidad.
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