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Discapacidad no es incapacidad

26/04/2022 · editor

¿Son sinónimas las palabras incapacidad y discapacidad? 

Absolutamente no. Las personas con discapacidad no son incapaces. Tan solo tienen ciertas condiciones físicas o mentales duraderas que hacen que se enfrenten a barreras para su participación social.

¿En qué se diferencia la discapacidad y la incapacidad? 

La discapacidad es la restricción o ausencia de capacidad para el desarrollo de algunas tareas cotidianas por motivos físicos, sensoriales, intelectuales o de salud mental. Para que esta discapacidad sea reconocida legalmente es necesario tener un grado del 33% o superior. 

Así define a las personas con discapacidad la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y de su Inclusión Social: “Son personas con discapacidad aquellas que presentan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales, previsiblemente permanentes que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás. 

Y entonces, ¿Qué es una incapacidad? 

La incapacidad en el ámbito laboral es la situación en la que un trabajador no está capacitado para realizar un trabajo o cualquier trabajo, dependiendo del grado. Es decir, un trabajador puede ser discapacitado y no tener una incapacidad y a la inversa, una persona sin discapacidad puede estar incapacitado. 

Con el objetivo de hacer visible esta realidad, Inserta Empleo, la entidad de Fundación ONCE para la formación y el empleo, lanzó una campaña con título de: ‘Somos ídem’ en la que deja patente que las personas con discapacidad pueden realizar el mismo trabajo que el resto. Lo ejemplifica con la elaboración de unos objetos artesanales por personas con y sin discapacidad. Una vez terminados, ninguna de las personas encuestadas es capaz de encontrar diferencias. Para ello, cuenta con un vídeo en el que queda claro que las personas con discapacidad no son incapaces 

Pero, aunque esta es la realidad, no es menos cierto que todavía existen muchos prejuicios en la sociedad hacia las personas con discapacidad porque todavía hay quien las considera incapaces. Y es que el desconocimiento alimenta estereotipos e impide descubrir todo aquello que las personas con discapacidad son capaces de hacer. Es necesario desarrollar la capacidad de entender a aquellos que son diferentes a nosotros. El espíritu inclusivo es una asignatura pendiente. Respetando nuestras diferencias podemos valorar aquello que nos une. 

Como consecuencia de estos prejuicios imperantes, muchas empresas tienen reticencias para contratar a las personas con discapacidad porque creen que serán incapaces de desempeñar un puesto igual que los trabajadores sin discapacidad. No obstante, quien las contrata, repite, lo que demuestra que realizan su trabajo con profesionalidad, ponen empreño y tesón y mejoran el clima laboral de la empresa. 

Contratación de personas con discapacidad 

La crisis socio sanitaria en la que nos ha sumido el virus contratación de personas con discapacidad ha experimentado durante 2020 un desplome del 30% y la fórmula contractual específica para la inclusión laboral del colectivo se ha reducido en un 26,4%, como consecuencia de la crisis social y económica generada por la pandemia del Covid-19. 

Estos datos están recogidos en el Informe 6 de Odismet, el Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo de la Fundación ONCE 

¿Cuántas personas con discapacidad hay en España? 

Los últimos datos disponibles, en España registran un total de 1.876.900 personas con discapacidad entre los 16 y los 64 años, lo que representa un 6,2% del conjunto de nuestra fuerza laboral.  De ellas, 1.238.400 son inactivas en términos laborales. 

Tasa de empleo y de paro de las personas con discapacidad  

La tasa de empleo de las personas con discapacidad (25,9%), dista significativamente de la de la población general, que se sitúa en el 66,9% y establece una diferencia de 41 puntos porcentuales. Solo una de cada cuatro personas con discapacidad tiene empleo. 

En cuanto a la tasa de paro de las personas con discapacidad se cifra en un 23,9% frente al 14,2%, de las personas sin discapacidad, lo que marca una diferencia entre ambos colectivos de 10 puntos porcentuales. Asimismo, los datos de paro advierten de que 79.523 personas con discapacidad son paradas de larga duración, es decir, el 53,7% del total de desempleados. El paro de larga duración afecta en mayor medida a las mujeres, los mayores de 45 años y a aquellos sin formación o con estudios primarios. 

La conjunción de las condiciones descritas aboca al 32,5% del colectivo a situaciones de riesgo de pobreza o exclusión social. Aun entre aquellos que tienen empleo dicho riesgo se sitúa en el 20,5%. Igualmente se identifican 10.500 personas en situación de pluriempleo, a fin de dar cobertura a sus necesidades básicas. 

La precariedad se hace más patente en los grupos más vulnerables. Las mujeres con discapacidad son objeto de una multidiscriminación que condiciona su acceso al empleo y sus condiciones laborales. La brecha salarial de género afecta a este segmento ya que perciben un salario bruto anual medio de 17.949,20€, frente a los 21.338,80€ de los varones con discapacidad. 

Las personas con discapacidad no son incapaces. Solo necesitan una oportunidad para demostrar en tienen talento, sueños y conocimiento. Si te surge alguna cuestión al respecto, no dudes en contactarnos aquí

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